“Lo sentí en varias ocasiones caminando por la ciudad, cuando me gritaban “María” o “india” por el hecho de portar mi indumentaria maya ¿Acaso es malo tener la libertad de conservar mi identidad? ¿A quién le hago daño? Mis ancestras tejieron y bordaron mi vestimenta, un acto de amor a nuestra identidad, que lamentablemente yo lo perdí y que lamento mucho ya que no podría bordar un güipil a mi hija, si tuviera una.”
Saq b’e significa grandes caminos blancos que se encontraban en la epoca clasica de la comunidad maya ahora esos caminos han cambiado de fisicos a culturales. Guatemala es un país en donde la percepción de su población es ladina a pesar de tener un poco mas del 40% de la población indígena. Yolanda es una Joven de 27 años y de descendencia “Achi’” originaria de Cubulco, ubicado en el departamento de Baja Verapaz con una población de hablantes Achi de 121,340 equivalente al 0.75% de la poblacion nacional de acuerdo al censo guatemalteco del 2018.

“En busca de nuevas oportunidades tuve que salir de mi comunidad, una vida en la ciudad donde aprendí de muchas cosas occidentales, que lo vi de una forma positiva aunque para mis abuelas no era del todo aceptable, pero con el tiempo mi abuela dijo: “Eres estudiada y comprendo los cambios en tu vida” ahora soy su primer nieta Universitaria en la historia de la familia, pero tuve que experimentar una constante pelea conmigo misma y con quien soy”.

“Experimenté un rechazo a mi ropa, a mis raíces no le tenía amor ni respeto a mi vestimenta, me daba vergüenza portarla e incluso salir con mamá, ya que ella al usar su vestimenta maya me podía delatar, una etapa que estoy segura muchas de la juventud femenina están atravesando”
Existe una gran brecha cultural entre los departamentos de Guatemala y la Ciudad De Guatemala, se puede observar como algunos lugares cambian sus temáticas con respecto a sus tendencias de moda. Solo observar la valla pública y sus modelos dicen mucho acerca de que es lo que se percibe como hermoso para la comunidad ladina. Incluso existe la idea dentro de la población que el huipil solamente ayuda a perpetuar al “legado colonial español” una perspectiva que es infundada y etnocéntrica ya que existen antecedentes de dichos trajes en los textos precolombinos; pictográficos y jeroglíficos según un ensayo por la Dr. Irma Otzoy llamado “Identidad Y Trajes Mayas.”


Al migrar no solo producen cambios en el entorno familiar en la mujer, también produce una noción de que no es bien visto. De acuerdo a un estudio realizado por la Comisión Económica Para Latinoamérica y el Caribe (CEPAL), las principales razones de la migración interna en Guatemala se deben a factores como una mejor oportunidad laboral, servicios, calidad de vida y educación. A mayor cantidad de personas indígenas en una locación menor son los servicios básicos y de educación.
El producto de esta migración es un cambio en la juventud respecto a sus intereses, en especial en la juventud maya. Por un lado, la exclusión cultural de parte del ladino que ha sido común desde la época colonial guatemalteca y por otro el desinterés de la juventud maya por escuchar sus tradiciones. Sin el interés de los jóvenes por la desvalorización de su idioma y trajes, el ciclo de aprendizaje se corta y se pierden costumbres como la creación de su indumentaria maya, su idioma y por consiguiente sus raíces, algo muy común cuando los jóvenes deciden migrar en busca de mejor educación o empleo.

Ahora cada vez más se observa el aprendizaje del idioma español ante el idioma “Achi” y una evolución de la indumentraria maya en donde hay ciertos accesorios no tan comunes en la generación mas joven como el “Sut” o “Sute” una corona hecha de tela que según como se coloque sobre la cabeza puede significar “Digna”, “Casada” o “Persona mayor a quien se le respeta” que ya solo se usan en las personas mayores como su abuela “Filomena”.


“Algunos piensan que nos victimizamos cuando nos defendemos de la discriminación y el racismo, no, no es victimización es la defensa de nuestra historia, la enseñanza de nuestras ancestras, no soy inferior por hablar un idioma maya y portar mi indumentaria ancestral.” La elaboración de mi vestimenta llevó un proceso y conocimiento ancestral que va de generación en generación, conserva la memoria de nuestros ancestros y ancestras, conocer la historia de nuestros pueblos es fundamental en nuestra existencia, sentir el orgullo de pertenecer y ser descendiente de una cultura y cosmovisión maya milenaria, tener la libertad de poder seguir dejando huellas, heredando nuestros conocimientos a las siguientes generaciones.”

“No todo lo nuevo es malo, mi hermana descubrió un talento a través del Internet, ha mejorado su dibujo gracias a eso, a veces el pantalón o el short es más cómodo para ciertas tareas o trabajo, lo entiendo, pero lo malo es olvidar algo que no has ni siquiera entendido o aprendido”

A diferencia de la industria del “Fast Fashion” que se encuentran en la mayoría de centros comerciales en Guatemala, los tejidos artesanales suelen ser reciclados para algo más como por ejemplo trapos de cocina.
En el caso de Yolanda es un pants, para ella es algo más cómodo y que para ella significa que todavía puede conservar algo que han hecho por ella y mostrarlo a otras partes del mundo cuando viaja. Conforme fuimos pasando tiempo llegamos a la conclusión de que a mayor estadía en la capital para una joven de raíces mayas, es mayor la probabilidad de dejar su indumentaria maya, y que solamente se puede evitar mediante una nueva perspectiva de sus raíces.


Entendimos que la búsqueda de esta nueva perspectiva se basa primordialmente en la educación. Si logramos entender lo que fuimos, somos y seremos en el futuro podremos tomar una decisión mas acertada en que mantener y que olvidar. En el 2014 Yolanda recibió dicha educación a través de una beca para jóvenes mayas que desean seguir sus estudios universitarios por parte de la Fundación para Estudios y Profesionalización Maya o FEPMAYA.

“Recuerdo que al aplicar a la beca recibí un curso de “Descolonización” por parte del lugar donde gane mi beca de estudios y recuerdo que fue allí donde me di cuenta de lo que yo estaba haciendo, a través de mi vestimenta hay historia y al negar mi vestimenta estaba negando su historia y sus luchas. Entendí que nadie puede desvalorizarlo solo porque no tiene una marca, pero si tiene historia.”

“No olvides que eres libre para decidir cómo vivir, vestirte, comunicarte en el idioma con el que te sientas bien, solo tú tienes el poder de conservar tu identidad. Que te quede claro que mi indumentaria maya no es un disfraz, es arte, cultura, identidad e historia.”